lunes, 15 de noviembre de 2010

"LE DEBO MUCHO DE LO QUE HOY SOY A RIVER"

Entrevista con Horacio Dileo, entrenador de Chubut Volley en la Liga Nacional, quien se crió en River tanto como profesional y como persona: “Todos mis recuerdos en River son de felicidad absoluta”.


Es uno de los entrenadores más respetados del país. Actualmente está a cargo del equipo de Chubut Volley, por quinta temporada consecutiva, logrando mantener una continuidad. Además se encuentra a cargo de las selecciones masculinas de Colombia. Pero sus inicios se dieron en River, primero como jugador y luego como entrenador: “Empecé a los 9 años con Edgardo Zavatarelli, mi primer y queridísimo entrenador, y jugué hasta los 20 en el club. Como entrenador comencé en el año 87 en River con mujeres y me quedé hasta el 90. En ese momento ascendimos con las divisiones menores masculinas al nivel A, siendo que yo las había agarrado cuando estaban en nivel C”.

-¿Qué recuerdos tenés?

Todos mis recuerdos en River son de felicidad absoluta. Tanto como jugador y como entrenador. Me crié adentro del club, conozco todo y a todos, me hice hombre y la mayoría de mis amigos son del club.

-¿Sos de pasar por el club?

Sí, pero de vez en cuando. Sucede que no estoy casi en Buenos Aires, entonces se hace difícil.

-¿Qué significa River en tu carrera?

Yo llegué a trabajar en River porque Elsa Sánchez, una gran entrenadora y una mejor persona, se iba del club. Fue mi primer trabajo de entrenador y en el club de mi vida, más no se podía pedir. Desde ese momento a hoy ya han pasado veinte años y nuca paré de trabajar. Le debo mucho de lo que hoy soy a River.

-¿Y en tu vida?

En mi vida personal pasé mis años de niñez y adolescencia, fui a la colonia, la cual era buenísima. Todos mis amigos estaban ahí, era mi segunda casa de verdad, pasaba más tiempo en el club que en casa. Mi número de carnet era 105697.

-¿Volverías en algún momento?

Sin dudas, me gustaría muchísimo poder volver a armar el River que yo conocí.

-¿Cómo lo ves al voley de River en este momento?

Me excuso de contestar, tengo gente muy amiga como Rubén Eiras trabajando allí y poniendo siempre el pecho a las balas. Seguramente no está como lo conocí o cuando me toco trabajar ahí.


Pensando en tu actualidad...¿Qué se siente ser el técnico de un equipo de liga y de un seleccionado como el de Colombia al mismo tiempo?

Lo primero que se siente es satisfacción, orgullo y mucho cansancio pero hago lo que me gusta, vivo de esto y soy una persona eternamente agradecida al voley, porque me dio todo.

-¿Cómo se puede hacer para estar con la mente puesta en los dos lados?

Son temporadas diferentes, se cruzan pero se puede hacer. Estoy acostumbrado a hacer muchas cosas y lo disfruto, no reniego de nada. Eso si, me impone mucho tiempo lejos de mi familia.

"A cada trabajo le doy su tiempo y su espacio, sino sería imposible. También trabajo con gente súper profesional y excelentes seres humanos que están conmigo y ayudan en todo. Parte de mi cuerpo técnico esta conmigo también en Colombia y la otra parte se quedó dos semanas con el equipo para empezar la preparación de la Liga. Hay que correr y viajar mucho pero… es mi pasión y no hay vuelta que darle".

-¿Cuál es tu relación con los Méndez?

Soy el padrino de “Juanmi” (Juan Manuel) Méndez, aunque nunca logré que me dijera “Padrino” siempre me dice tío, pero los hijos de Marcelo y Livia, Nico, Juanmi y Pilar, son como mis hijos. Tenemos una relación que va más allá de la amistad con los Méndez, somos familia.

"Nico es un monstruo ya lo mostró en Singapur y seguirá creciendo, mamó esto desde la cuna y le gusta; y tiene el mejor entrenador que puede tener: su padre. Yo lo veo y no creo en lo que se ha convertido, ya es un hombre y todo lo que tiene se lo merece porque le ha costado mucho y nunca pidió, ni pide tregua, se entrena y se mata todos los días. Juanmi también va a ser muy bueno y Pilar será la actriz de la familia, te compra, es terrible esa nena".

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