Creció en Ferro, pero fue partícipe de la época dorada de River. Fernando Garnica, armador que hoy disfruta de un gran presente en Italia, cuenta sus inicios: “Empecé a los nueve años en Ferro, ya que mis padres jugaron ahí y quedaba cerca de casa”.
-¿Cómo llegaste a River?
En el ´98, Rubén (Eiras) habló conmigo y me convenció de ir. Estaba en Italiano y era hora de cambiar.
-¿Qué recuerdos te quedaron?
Cantidad de amigos y muchas victorias...Gracias al duro trabajo en Inferiores con Rubén y en Primera con Marcelo (Méndez), pude mejorar mucho. En inferiores ganamos casi todo, desde Torneos Abiertos, Metropolitanos y hasta la primer Liga Argentina.
-¿Te quedó algo por cumplir?
Me hubiera gustado jugar más, pero no era fácil porque era joven y con poca experiencia. Además adelante tenia uno de los mejores armadores (Diego Gutiérrez).
-¿Cómo siguió tu carrera?
En el 2001 estaba arreglado mi pase a Monteros para jugar de titular la liga, después de un mes entrenando me llegó la posibilidad de ir a jugar a Italia y no la desaproveché. Lamentablemente dejé en banda un equipo... ¡pero el tren pasa muy pocas veces! Estuve dos años en Sicilia en B1, un año en A1 como segundo armador en Gioia del Colle, en Squinzano, Molfetta, Avellino (ascenso de B1 a A2), Avellino A2, Ravenna (ascenso B1 a A2) y Ravenna A2.
-¿Lo mejor y lo peor que viviste?
En lo deportivo desde ganar torneos hasta ser convocado a la Selección Juvenil. Acá en Italia tengo dos ascensos a la Serie A. Mientras que en lo personal el nacimiento de mi sobrino. Pero lo peor fue un año acá en Italia, donde el equipo estaba armado para ascender, y las cosas no andaban bien. Se me apuntaba por ser armador y el más chico en cancha. Pero me ayudó a crecer como jugador y al año siguiente ascendí con otro equipo.
Actualmente se encuentra en el Marcegaglia Ravenna, de la A2 italiana. Su equipo luchó por el ascenso a la A1, pero pedió en cuartos de final de los playoff ante el Bologna. Pero dejando de lado el voley por un rato, comenta su vida en Ravenna: “Es una ciudad muy linda con gran historia, tenés desde paseos turísticos, hasta parque de diversiones. Hay que reconocer que somos privilegiados, ¡nos dedicamos exclusivamente a esto!”.
-¿Qué cosas te hacen falta?
Amigos tengo por suerte, el voley me dio mi mejor amigo que es Sebastián Creus. No dejamos nunca de estar en contacto, ni siquiera cuando él estaba en España.
Hace casi diez años se fue de River, y sobre una posible vuelta, analiza: “Hace tiempo que pienso como sería volver, nose cuando. Una posibilidad es River, siempre que siga vivo. Me pone muy triste ver las cosas que pasan ahí”.
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